nadaNuevo 2 · Libro – catálogo Hospital de San Martín

nadaNuevo 2 · Libro – catálogo Hospital de San Martín

Empezar de nuevo, motivación iniciática de un diálogo activo. Continuo itinerario doméstico. Busco, buscamos. Liturgia del descubrimiento. Misiones distintas para ambos, recorridos apenas distantes unos metros; idéntico espacio y un mismo tiempo.

Estancias infinitas, recodos imposibles, pasillos eternos, terrazas en las que creció la hierba entre las juntas. Las camas amontonadas. Artilugios para la ortopedia. La presencia todavía perceptible de las monjas. El calendario del Sagrado Corazón en la cocina. El teléfono de la madre superiora; la cortina rasgada; el lavabo de tantas abluciones. Lo que queda de una Biblia.

Hospital de San Martín. Piedra de toque en nN2 y recinto de confluencia de todo lo andado en territorio grancanario. Uno de esos lugares con los que, en más de una ocasión, hemos soñado. Para bien o para mal. Pesadilla. Ebullición. Efervescencia, alucinación, sufrimiento.

Un mundo dentro de otro mundo. Intangible y a la vez tan vivo. Abstracción creativa. Micro-universo, que no es posible abarcar en toda su dimensión física como conceptual, pero que está ahí dentro, en nuestras mentes, expandiéndose entre sus propios límites. Imagen -fragmentada por necesidad- de un espacio autónomo que no necesita de artificios intelectuales para transmitir la intensidad de la que se nutre.

Gigantesco sanatorio en desuso, sucesión de ambientes devastados e intranquilizadores.

Pasto inédito para la entelequia, el espejismo o la ficción. Presencias de dolor antiguo

traducidas en términos de belleza primitiva con el paso de los años. Como si hubiera acontecido

otrora una guerra, o la peste o lo que fuere hubiera llegado sin avisar y todo el mundo hubiese

tenido que desalojar a toda prisa llevándose colchones, mantas y utensilios, para sobrevivir

a duras penas en otra dimensión igualmente dura. Dejándonos a nosotros lo justo para edificar

gráficamente, en estas páginas, un pasado o un futuro o un mientras tanto.

Almas suspendidas, Deshaucio lineal. Hálito cortante. Estremecimiento volumétrico. Pasión súbita. Con el consiguiente gozo personal, fruto de un específico método de trabajo en el que se ha querido reflejar, sobre todo, el vacío y las ausencias. Analogía evidente con el mundo del arte que, por desgracia, nos ha tocado vivir.

Niroza-SanMartín

vídeo en alta definición / soporte: DVD / 07′:45”/ música: Felipe Hernández

Horas antes de acudir a la cita creativa con el Hospital de San Martín, nos topamos en la calle con un personaje que resultaría decisivo con el paso de las horas. Dueño de una -tiempo atrás- importante cadena de mueblerías, rozando los ochenta y con serios problemas de visión, le sorprendimos en mitad de una plaza parando a los coches y suplicando a la gente que entrara en sus locales y se llevara todo lo que quisiera. Al instante se formó un levantamiento popular de entusiasmo generalizado. Llegaban de todas partes caminantes, coches, furgonetas y camiones para cargar los regalos. Le pedimos permiso ese hombre para tomar imágenes, mientras estaba liderando aquella revolución, a lo que accedió gustosamente.

Avanzada la noche, con las emociones de la visita al hospital todavía a flor de piel, descubrimos en el visor de nuestra cámara que la irrupción del señor Azorín aquella mañana no fue tan casual como en un principio habíamos intuido y que todo aquello, bien trazado y combinado, podría dar lugar a una pieza audiovisual prometedora.

Habían confluido el mismo día dos temas contrapuestos, extremadamente intensos y de mucha trascendencia para este proceso de trabajo. Por lado acabábamos de descubrir el H.S.M., ese gran espacio semi-vacío que, tras una remodelación, iba a convertirse en prolongación efectiva del Centro Atlántico de Arte Moderno, C.A.A.M. (Alborozo ante la perspectiva de una segunda vida en ciernes.) Por otra, una red de espacios repletos de mercancía desde hacía cincuenta años que, tras una etapa de reflexión por parte de su propietario, se iban a cerrar definitivamente por falta de fuerzas. (Conclusión, declive y posterior abandono.)