Durante dos veranos consecutivos estuve trabajando en esta toma fotográfica con distintos modelos, precisamente para concluir en una única obra, “Memòria d’Espècie”, que, a su vez, iba a formar parte del proceso CRUDA, compuesto por diez dípticos pictóricos con el mismo formato. El álbum “Memoria de Especie” muestra parte del proceso y también a los modelos que cedieron su imagen estoicamente. La obra tuvo muy buena acogida por parte de la prensa y apareció reproducida en innumerables medios gráficos españoles.

Memòria d’Espècie tiene para mí un valor muy especial, ya que es mi primera fotografía “profesional”, que he expuesto en infinidad de exposiciones, después de mis primeros once años trabajando con cámaras fotográficas (1978-1987).

El poder de las imágenes en el subconsciente… o algo más. Para mi asombro, doce años más tarde, concretamente en el año 2000, apareció una campaña publicitaria de la marca de whisky Ballantine’s, en la que se utilizaba una fotografía inspirada al cien por cien en mi serie Memoria de Especie. Misma postura de la modelo, escenario gemelo, luz idéntica, etc…