La importancia de los satélites
Desdoblamientos, divisiones y acumulación
The importance of satellites
1989-2021
Antoni Socías se ha negado invariablemente a descifrar su obra, aunque sí ha buscado con obstinación situarla en un contexto ecuánime. Nos muestra la cocina donde se preparan los alimentos, la cama donde descansa su obra y al mismo tiempo nos descubre esa habitación donde está la cama y algunos hechos significativos que suceden alrededor. Propone al público ejercicios tan incómodos como útiles a la hora de mantener viva la fascinación por lo recóndito y lo no explicado. “Un creador no es quien resuelve problemas, sino quien los plantea”… y si la afirmación de Anton Chéjov no queda clara en el ámbito de la creación, es el momento de admitir que estamos confundidos de medio e incluso de mundo.
En los primeros compases a este trabajo se le bautizó como “El número 2”, porque plantea en esencia dudas razonables acerca del liderazgo. Porque crea incertidumbre y arroja suspicacias sobre la figura del genio y la genialidad, otorgando estatus de enfermedad a nuestra dependencia atávica de los encumbrados. Porque plantea la acción en la periferia y no en el centro. Porque describe con determinación nuestro dolor colectivo de cervicales, al habernos pasado una eternidad con el cuello volteado hacia la cúspide de la pirámide, desde donde manan las directrices, fluye la leche, se definen los cánones y delimitan las medidas.
Hay en La importancia de los satélites una utilización tan audaz como desvergonzada del concepto clásico de obra de arte, al potenciar el desdoblamiento y la derivación del objeto artístico, bendecido históricamente como único, sea párrafo, cuadro, instalación, película o edificio. Al margen de los resultados palpables, Antoni Socías otorga verdadera importancia a todo aquello que comporta la trama narrativa de su estructura interna, a la arquitectura de los propósitos. Nos plantea objetivos pictóricos dobles, triples, cuádruples, bajo el paraguas deontológico de una densa propuesta conceptual de cohesión. Podríamos deducir, pues, que la poesía de las escisiones es el estado intrínseco –emocional- del pensamiento. Su obra se sustenta en un enérgico procedimiento, cocinado a fuego muy lento como antídoto contra el mal de las prisas y la necedad. El valor del paso del tiempo y su consumo acompasado son parte esencial del proceso de creación. Y, en esta nueva medida de la existencia, recupera la pintura de método paciente como proyección y legítimo testimonio de íntimos placeres renovados. Investiga sobre paralelismos estéticos y filosóficos, utilizando su otro yo a modo de materia prima, para descubrir gradualmente la intensidad de lo lateral, el valor de lo contiguo, la conveniencia de lo fronterizo, la categoría de lo tangencial, la grandeza de lo anexo o el prestigio de todo lo adjunto. Del mismo modo, profundiza sobre el hecho de la doble personalidad, de la doble moral, de las dobles caras y de la cara oculta de la luna. La importancia de los satélites.
En la obra de Antoni Socias siempre ha estado presente una cierta obsesión de la alteridad y el desdoblamiento: en la duplicación o multiplicación de la imagen como sistema de visualización (…ípticos, 1978-2012), en la relación asimétrica de escala entre dos fotografías, dos pinturas o dos objetos conectados (Madre e Hija, 1973-2011), o en la repetición de fragmentos de pinturas anteriores como una forma de permanente reciclaje autocrítico (Hambre Directa, 1991).
El número 2, serie centrada en la pintura, en la fricción entre imagen fotográfica y representación pictórica, y en una reconsideración de lo figurativo desde la ausencia de lo narrativo, plantea un giro de tuerca, para algo ya cuestionado en su obra anteriormente y relacionado con la duplicación: la noción de original y su conflictiva relación con la copia o el doble.
El cuestionamiento del original en pintura, pone en suspenso su propio carácter, pero quizás no es una salida viable establecer un procedimiento de reproductibilidad o edición de copia al modo (mecánico) fotográfico.
La naturaleza del original pictórico se basa en que es resultado de un proceso en primer lugar, mientras que la copia es producto de un proceso en segundo lugar.
El número 2 plantea dos procesos en paralelo y simultáneos. La identidad entre las dos pinturas tiende a la exactitud, pincelada a pincelada. La misma pincelada pasa de un cuadro a otro cuadro, el gesto, el color, la luz o las formas tienden a ser las mismas y casi al mismo tiempo, ambas pinturas son producto del mismo proceso.
A veces cambian las características de los soportes pero se mantienen las dimensiones.
Original y copia se disuelven en un desdoblamiento necesario y único de visión estereoscópica.
Santiago Olmo
Antoni Socías se ha negado invariablemente a descifrar su obra, aunque sí ha buscado con obstinación situarla en un contexto ecuánime. Nos muestra la cocina donde se preparan los alimentos, la cama donde descansa su obra y al mismo tiempo nos descubre esa habitación donde está la cama y algunos hechos significativos que suceden alrededor. Propone al público ejercicios tan incómodos como útiles a la hora de mantener viva la fascinación por lo recóndito y lo no explicado. “Un creador no es quien resuelve problemas, sino quien los plantea”… y si la afirmación de Anton Chéjov no queda clara en el ámbito de la creación, es el momento de admitir que estamos confundidos de medio e incluso de mundo.