Cabeza de hombre y cuerpo de cocodrilo
Man's head, crocodile's boby
1992
Cabeza de Hombre y Cuerpo de Cocodrilo reúne dieciocho acuarelas de diversos animales, minuciosamente reproducidos al estilo descriptivo de las imágenes clásicas de carácter científico. La cabeza de cada uno de los animales queda oculta por una fotografía, que se relaciona con el cuerpo del animal de una manera azarosa e inquietante y que, a la vez, hace la función de cabeza. La obra se presenta en formato de instalación, a la manera de una oferta comercial. Con la compra de la obra (las 18 acuarelas) se incluye también un doble regalo, un conjunto de maletas de piel de pécari y una bicicleta de montaña.
La idea proviene de una atracción de feria del mismo nombre, a finales de los años sesenta, donde se mostraba la cabeza parlante de una bella mujer en el cuerpo de un cocodrilo presumiblemente disecado. La particularidad de la atracción consistía en pasar por un rampa y mirar hacia un foso, en el que se encontraba el críptido. La cabeza de la mujer respondía a todo tipo de preguntas relacionadas con sus estado híbrido y su forma de ver el mundo de esa perspectiva.
Las anéctodas -dicen los expertos- no siempre son oportunas a la hora de relatar ciertos temas ni de hacer “buena” literatura. Pero, en este caso intentaremos que no sea así. Cuando Cabeza de Hombre y Cuerpo de Cocodrilo se expuso en la desaparecida galería barcelonesa René Metrás en el año 1996, se interesó por la obra el comité de adquisiones de la Fundació La Caixa. Querían la obra para su colección a toda costa. No obstante, pusieron como condición para comprarla el que no podían aceptar los dos regalos de promoción que venían adscritos a ellla: un set de 3 maletas de pécari y una extraordinaria bicicleta de montaña de última generación. El comité ejecutivo de la entidad, informado del caso y en reunión, decretó que no sabía qué hacer con ellos ni tampoco cómo darles una salida honrosa. Extraña paradoja, cuando por aquella época los bancos, para obtener nuevas inversiones, ofrecían incentivos gratuítos en forma de promociones comerciales, tales como baterías de cocina, enciclopedias, televisiones y toda una extensa gama de productos para el individuo y el hogar. El caso es que, por este motivo, la entidad financiera no compró la obra y, a modo de premio de consolación, le compraron al artista un dibujo.
Cabeza de Hombre y Cuerpo de Cocodrilo reúne dieciocho acuarelas de diversos animales, minuciosamente reproducidos al estilo descriptivo de las imágenes clásicas de carácter científico. La cabeza de cada uno de los animales queda oculta por una fotografía, que se relaciona con el cuerpo del animal de una manera azarosa e inquietante y que, a la vez, hace la función de cabeza. La obra se presenta en formato de instalación, a la manera de una oferta comercial. Con la compra de la obra (las 18 acuarelas) se incluye también un doble regalo, un conjunto de maletas de piel de pécari y una bicicleta de montaña.