Proceso transversal todavía abierto

Alomar O es la representación de un estado característico de agitación frente a las más inauditas actitudes particulares o comunitarias que se dan alrededor nuestro. Situaciones que pueden ir de lo más sencillo a lo más complejo; de lo popular a lo elitista, de lo artesanal a lo tecnológico; de actos individuales muy concretos a actuaciones socializadas de difícil digestión. En definitiva, la materialización estética de una perplejidad constante ante la condición humana.

Alomar 0 es copla vanguardista de oposición y rechazo al gregarismo; antagonismo a la repetición de esquemas trasnochados y a mensajes evidentes y tópicos.

A la voz de “pasmado me quedo”, cámara en ristre si la hay y si no prestada, se conforma al instante un aplastamiento de rostro frente al público concurrente o en tránsito. Los pasmados se han dado -y se siguen dando- en lugares tan dispares como trenes, aviones, barcos, cines, teatros, ambulatorios, restaurantes, escuelas, calles y paseos, bancos y entidades financieras, grandes superficies comerciales, iglesias, estadios y canchas deportivas…
Alomar 0 surge de la iniciativa de mi amigo -mi hermano- Rafael Alomar Company ( http://www.facebook.com/home.php#!/rafael.alomarcompany?fref=ts ), cuando en el año 1990 me invita a participar en su colección de ediciones particulares (ALOMAR), con la publicación de una agenda intemporal que recoge parte de este proceso de trabajo -en sus inicios-, además de la reiteración estilística portuguesa “María Vinagre” (autorretrato constante).

A la voz de “pasmado me quedo”, cámara en ristre si la hay y si no prestada, se conforma al instante un aplastamiento de rostro frente al público concurrente o en tránsito. Los pasmados se han dado -y se siguen dando- en lugares tan dispares como trenes, aviones, barcos, cines, teatros, ambulatorios, restaurantes, escuelas, calles y paseos, bancos y entidades financieras, grandes superficies comerciales, iglesias, estadios y canchas deportivas…